¿Sabían que hay muchos héroes y heroínas de la Pandemia?
LE DOY GRACIAS A DIOS…por todos los que se preocuparon por el cuidado rendido a favor de las vidas durante la pandemia. Honro a los que sin saber tecnología lograron nutrir y cuidar a muchos miembros de su iglesia. A aquellos que no se rindieron y dieron lo mejor esforzándose a mantener la iglesia unidad.
A todos esos predicadores que se dedicaron a predicar el evangelio y orar constantemente en un tiempo de tantas necesidades. Y, no olvidemos esos conciertos preparados a la distancia, que, por cierto, lo hicieron con excelencia.
Si, gracias, por consolar a quienes habían tenido perdidas. A todos que durante tantas dificultades valientemente salieron hacia adelante para cuidar, nutrir y proteger; tantos a sus familiares, amistades como a la humanidad sin importar distancia ni estatus.
A los que se preocuparon a mantenernos informados con acontecimientos actuales, con remedios caseros y técnicas de sobrevivencia. Loa médicos y too el equipo de los hospitales que arriesgaron sus vidas por atender a los muy necesitados de ellos. A los que ofrecieron facilidades de transporte para poder recibir alimentos, medicinas y apoyo emocional.
Debido a que las ambulancias y los sonidos de los carros de policías se escuchaban constantemente sonar, era indicativo de la dedicación y constante esfuerzo de cada uno de ellos. Con prisa, pasión y preocupación se movía rápidamente por salvar las vidas. Los maestros y todos los del plantel de educación, no se detenían hasta que todos no se atrasaran en su educación. Mi respeto a cada uno de ellos.
Así como, cuando no podía salir, socializar, salir de viaje, etc. En fin, fue un tiempo difícil, pero que, sin lugar a duda, era una dicha que Dios nos permitió que cada vez que encendíamos nuestra computadora, podíamos conectarnos con alguien.
“Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús” (1 Tesalonicenses 5:18) ¡Dios es bueno!
Fuente: Rev. Judy Espaillat