La historia detrás de ‘Martin Luther King Day’, que este año coincide con la toma de posesión de Trump
Miles de personas en todo el país aprovechan este día para retribuir a sus comunidades como lo hizo Martin Luther King Jr. en su vida, por ejemplo, trabajando en voluntariados. Además hay eventos, homenajes y marchas en diferentes partes del país.
Como cada tercer lunes de enero, desde hace ya varias décadas, se celebra el Día de Martin Luther King Jr. en homenaje al líder de los derechos civiles, que ganó el premio Nobel de la paz en 1964. Este año, el día conmemorativo de Martin Luther King Jr. coincide con la toma de posesión de Donald Trump, quien jurará el cargo en un punto del Capitolio que da hacia la figura de piedra en honor al legado de King.
El pastor es recordado por convertirse en la voz principal de las minorías y por su lucha en contra de la discriminación, la segregación y el racismo, durante los años 1950 a 1960. El día para conmemorarlo se celebra cerca del 15 de enero, fecha de su cumpleaños.
Para algunos, la festividad no es más que eso: tiempo libre en el trabajo o en la escuela, pero para la familia de King y otras personas que continúan su legado de igualdad, justicia y protesta no violenta quieren que los estadounidenses recuerden que este día festivo trata realmente de ayudar a los demás.
Los eventos para honrarlo y solidificar su visión de una sociedad justa se darán mientras muchos observan el traspado del poder de forma pacífica en la capital. Eso ha sido recibido con cierto recelo por algunos líderes de luchan por los derechos civiles y difieren con la retórica que tuvo Trump y las posturas que esgrimió sobre los derechos de las personas en su tercera campaña presidencial.
«Me alegra que ocurra este día porque da a Estados Unidos de América y al mundo un contraste en imágenes», dijo Bernice King, hija de King y presidenta ejecutiva del King Center citada por la agencia AP. «No es un día en que pueda ser la estrella (…) Tiene que competir con el legado de ese día (…) Espero que quienes lo rodean le aconsejen que honre el día de forma apropiada en su discurso», agregó.
Aunque ahora es una tradición consagrada, la instauración de este día festivo tuvo un largo y difícil camino hasta su aceptación. Te contamos la historia.
¿Cómo surgió la idea del conmemorar con un día a Martin Luther King Jr.?
La idea de establecer una fiesta nacional para el ícono de los derechos civiles surgió cuando la nación estaba sumida en el dolor. El congresista demócrata John Conyers, de Michigan, uno de los miembros más veteranos del Congreso, conocido por su postura liberal en materia de derechos civiles, propuso una ley para reconocer la figura de King cuatro días después de su asesinato a las puertas de un motel de Memphis, Tennessee, el 4 de abril de 1968.
Sus partidarios sabían que no sería fácil. King, que entonces tenía 39 años, era una figura que generaba polarización incluso antes de su muerte, contó a la agencia AP Lerone Martin, directora del Martin Luther King, Jr. Research and Education Institute de la Universidad de Stanford.
Las encuestas realizadas por el Washington Post y el New York Times indicaban que la mayoría de los estadounidenses no confiaban en King o pensaban que era demasiado radical debido a sus discursos sobre la pobreza, la vivienda y contra la guerra de Vietnam.
“La gente decía que King iba demasiado rápido después de 1965 y básicamente decían: ‘Oye, has conseguido que se haga la ley del derecho al voto. Es suficiente’”, relata Martin.
El Caucus Negro del Congreso, fundado por Conyers, intentó que la legislación se sometiera a votación durante los siguientes 15 años. Entre ese entonces, los republicanos decían que los días festivos no se aplican a los ciudadanos particulares y tachaban a King de comunista y mujeriego. Mientras tanto, su viuda, Coretta Scott King, seguía presionando a favor, incluso el músico Stevie Wonder lanzó una canción, ‘Happy Birthday’, para recabar apoyos.
¿Cómo se logró instaurar el día de Martin Luther King Jr.?
En la década de 1980, el clima social y cultural de Estados Unidos había cambiado y el público reflexionaba sobre el progreso racial, explicó Martin. La mayoría de los estadounidenses lamentaba también la guerra de Vietnam. Sus partidarios, mientras tanto, seguían pidiendo que se declarara un día federal en honor a King.
En 1983, unos 20 años después del discurso de King ‘Tengo un sueño’ (I have a dream), el Congreso aprobó la legislación para celebrar el Día de Martin Luther King Jr. el tercer lunes de enero y el presidente Ronald Reagan la firmó. Pero la firma de Reagan no llevó a otros republicanos a seguirle. Pasarían 17 años más hasta que los 50 estados conmemoraran el día.
La mayor parte de las demoras se produjeron en el sur, excepto en Arizona. En 1987, el gobernador Evan Mecham revocó la orden ejecutiva de su predecesor por la que se promulgaba la fiesta estatal en Arizona.
“Dijo: ‘Los negros no necesitan vacaciones. Necesitan trabajo’”, recordó el doctor Warren H. Stewart Sr., pastor principal de la Primera Iglesia Bautista Institucional de Phoenix. “Eso empezó la guerra”.
Stewart puso en marcha un grupo para dirigir a “gente de todos los colores y todas las convicciones, credos y partidos” en marchas de protesta.
Artistas como Wonder cancelaron sus actuaciones en Arizona. Las empresas trasladaron convenciones. El punto de inflexión fue la pérdida de la organización del Super Bowl. En 1992, Arizona se convirtió en el primer estado en el que la iniciativa de los votantes reinstauró el estatuto de día festivo federal de King. Al día siguiente, los partidarios dieron la vuelta de la victoria con un concierto a estadio lleno, al que asistieron Wonder y otros artistas. Incluso Rosa Parks estuvo allí.
Stewart recordó que se dirigió a la multitud. “Lo que dije allí, y sigue siendo válido hoy, es que hemos ganado el día festivo, eso es un símbolo de libertad y justicia para todos, y debemos pasar del símbolo a la sustancia”, dijo.
Carolina del Sur fue el último estado que resistió conmemorar a King hasta el año 2000, pero no contaba con el respaldo de los grupos de defensa de los derechos civiles, ya que también permitía la celebración del Día de la Memoria de los Confederados.
Un día de acción, no de descanso, dicen activistas sobre el Día de Martin Luther King Jr
El alcance del Día de Martin Luther King Jr. no ha hecho más que crecer en sus 42 años. Es el único día festivo federal en el que se toma un “día libre, que no es un día libre”.
En 1994, el presidente Bill Clinton promulgó la ley del congresista John Lewis y el senador Harris Wofford que lo convertía en un Día Nacional del Servicio.
Miles de personas en todo el país aprovechan este día para retribuir a sus comunidades como lo hizo King en su vida, por ejemplo, trabajando en voluntariados. Además hay eventos, homenajes y marchas en diferentes partes del país.
Casi todas las grandes ciudades y suburbios celebran alguna fiesta el fin de semana anterior, como desfiles, festivales callejeros y conciertos. Los diversos proyectos de servicio abarcan toda la gama: limpieza de la comunidad, empaquetado de cajas de alimentos, donación de sangre.
AmeriCorps, la agencia federal que despliega voluntarios para servir a las comunidades de todo el país, ha distribuido 1.5 millones de dólares en ayudas a 200 organizaciones sin ánimo de lucro, grupos religiosos y otras organizaciones para la realización de proyectos.
Su director ejecutivo, Michael Smith, calcula que en los últimos años se han llevado a cabo cientos de proyectos en los que han participado cientos de miles de personas con motivo del Día de Martin Luther King Jr.
Fuente: Univision Communications Inc.